¿Qué versículo habla de la fortaleza? Como concepto, es uno de los pilares fundamentales en la conformación de nuestras sociedades. Se trata de una virtud que nos permite enfrentar adversidades, superar obstáculos y perseverar en la consecución de nuestros objetivos. Recuerda que no se limita solo a la fuerza física, sino que engloba la resistencia mental y emocional necesaria para mantenernos firmes en los momentos de prueba.
Desde tiempos inmemoriales, la Iglesia ha jugado un papel crucial en transmitir la idea de fortaleza a sus fieles. Con la Biblia como guía, sus enseñanzas buscan transmitir la fortaleza espiritual, entendida como el poder y la capacidad de resistir, perseverar y vencer en el ámbito espiritual y moral. De aquí la necesidad de conocer ¿Qué versículo habla de la fortaleza?
Jehová, fuente de fortaleza y salvación
Éxodo 15:2 dice: “Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación; este es mi Dios, y a él alabaré; Dios de mi padre, y a él ensalzaré”. Aquí se proclama la fortaleza divina como un refugio para los creyentes.
Al ser Jehová la fuente de fortaleza y salvación, los fieles se sienten protegidos y seguros, cantando y alabando su poder. Debo destacar que esta fortaleza no es pasiva, sino que implica una acción de salvación, brindando una base sólida en tiempos de incertidumbre.
La fortaleza como don divino
En el Salmo 29:11, encontramos: “Jehová dará fortaleza a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz”. Aquí debemos entender como se conecta la fortaleza con la paz, sugiriendo que, a través de la fortaleza que Dios brinda, llega una paz que supera todo entendimiento.
Ahora, este don de fortaleza y paz de Jehová está destinado a su pueblo, reafirmando su protección y cuidado constante. Incluso en Isaías 41:10, el versículo más utilizado para explicar cómo se habla de la fortaleza dice “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco; siempre te ayudaré; siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
Donde se destaca el carácter personal de la fortaleza divina. No se trata de una fortaleza genérica, sino de una fortaleza particular que Dios brinda a cada individuo. Además, reitera el compromiso constante de Dios con su pueblo. Por lo tanto, no solo se trata de saber ¿Qué versículo habla de la fortaleza?, sino de como lo llevamos a nuestra vida.
Dios como escudo y fuente de alegría
El Salmo 28:7 expresa: “El Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón en él confía, de él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría, y con cánticos le daré gracias”. Aquí, Dios es retratado no solo como fuente de fortaleza, sino también como escudo protector.
La fortaleza de Dios no solo nos brinda seguridad, sino que también nos permite experimentar alegría y gratitud en medio de las circunstancias más difíciles.
Por ello, en Deuteronomio 20:4 y Josué 1:9 nos hablan de la victoria y la valentía aseguradas por la presencia de Dios: “Porque el SEÑOR tu Dios está contigo, él peleará en favor tuyo y te dará la victoria sobre tus enemigos” y “¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas”.
En Isaías 12:2 reafirma: “¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el Señor es mi canción, ¡él es mi salvación!”. Este versículo resalta la fortaleza que se encuentra en la confianza y la entrega total a Dios. Además, se refuerza la idea de que la fortaleza no se encuentra en nosotros mismos, sino en Dios.
La autoridad de Jesús y la fortaleza divina
Por último, Mateo 28:18 nos muestra la autoridad de Jesús como manifestación de la fortaleza divina: “Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra”. Esta autoridad, otorgada por Dios Padre, es prueba de la fortaleza inherente en Jesús y, por lo tanto, en la deidad misma.
Desde luego, la Biblia está llena de versículos que hablan de la fortaleza. Estos son solo algunos ejemplos, pero a través de ellos podemos comprender cómo Dios es retratado como una fuente inagotable de fortaleza, ofreciéndonos una forma de superar nuestros desafíos y obstáculos, independientemente de su magnitud.
Otros versículos que hablan de fortaleza
“Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En él esperó mi corazón, y fuí ayudado; Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi canción le alabaré. Jehová es su fuerza, Y la fortaleza de las saludes de su ungido” (Salmos 28:7-8).
“Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmos 46:1).
“Mi fortaleza y mi canción es JAH; Y él me ha sido por salud” (Salmos 118:14).
“Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio” (Salmos 18:2).
“He aquí Dios es salud mía; aseguraréme, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, el cual ha sido salud para mí” (Isaías 12:2).
“El da fuerzas al fatigado, y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor” (Isaías 40:29).
“Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:31).
“Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá” (1 Pedro 5:10).
“Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual pondrá mis pies como de ciervas, Y me hará andar sobre mis alturas” (Habacuc 3:19).
“Jehová dará fortaleza á su pueblo: Jehová bendecirá á su pueblo en paz” (Salmos 29:11).
“A causa de su fuerza esperaré en ti, porque Dios es mi baluarte” (Salmos 59:9).
“Oh Jehová, fortaleza mía, y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción” (Jeremías 16:19).
“Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; aclamad con júbilo al Dios de Jacob” (Salmos 81:1).
“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zacarías 4:6).