El Santuario y Monasterio de Las Nazarenas es un complejo religioso dedicado al culto del Señor de los Milagros, la imagen más venerada del Perú y una de las más famosas del mundo. El Santuario y Monasterio se encuentra en el centro histórico de Lima, en la antigua zona de Pachacamilla, donde un esclavo angoleño pintó en el siglo XVII una representación del Cristo en la Cruz en un humilde muro de adobe.

La historia del Santuario y Monasterio se remonta al año 1655, cuando un fuerte terremoto sacudió Lima y dejó en ruinas gran parte de la ciudad. Sin embargo, el muro donde estaba pintada la imagen del Cristo Moreno quedó intacto, lo que fue considerado como un milagro. Desde entonces, la devoción al Señor de los Milagros fue creciendo entre los fieles, especialmente entre los negros esclavos y libertos que formaron una cofradía para rendirle culto.

En 1684, don Sebastián de Antuñano y Rivas compró los terrenos aledaños al muro para construir una capilla donde albergar la imagen. Sin embargo, la capilla sufrió graves daños por los sucesivos terremotos que azotaron Lima en los años siguientes. Fue el virrey Manuel Amat y Juniet quien impulsó la construcción de un nuevo templo, más sólido y hermoso, que se inauguró en 1771. El virrey también promovió la fundación de un monasterio anexo al templo, donde se alojarían las Madres Nazarenas Carmelitas Descalzas, una orden religiosa dedicada a la vida contemplativa y a la custodia de la imagen.

Desde entonces, el Santuario y Monasterio de Las Nazarenas ha sido testigo de la historia del Perú y ha recibido la visita de miles de peregrinos que acuden a venerar al Señor de los Milagros, especialmente durante el mes de octubre, cuando se realiza la multitudinaria procesión por las calles de Lima.

El Señor de los Milagros: Patrón del Perú

El Señor de los Milagros es el Patrón del Perú y el símbolo de la fe y la identidad nacional. Su imagen representa a Jesucristo crucificado, con el rostro inclinado hacia abajo y rodeado por una aureola con las palabras «Ave María» y «Gratia Plena». Su túnica es morada, color que identifica a sus devotos y que simboliza el dolor y la penitencia. A sus pies se observa a la Virgen María, a San Juan Evangelista y a María Magdalena.

El Señor de los Milagros es considerado como el milagroso protector del Perú, pues se le atribuyen numerosos favores y prodigios. Entre ellos, se destaca su permanencia intacta en el muro pese a los terremotos, su intervención para detener una epidemia de peste en 1720, su salvación de un incendio en 1782 y su presencia consoladora durante la ocupación chilena en 1881.

El Señor de los Milagros es también el inspirador de una gran manifestación cultural y religiosa que se expresa en la música, el arte, la gastronomía y las tradiciones populares. Su procesión anual es una de las más grandes del mundo, pues congrega a millones de personas que lo acompañan con fervor, cánticos y oraciones. Su imagen ha sido reproducida en numerosas obras pictóricas, escultóricas y literarias, así como en objetos devocionales como medallas, estampas y escapularios. Su influencia ha trascendido las fronteras del Perú y ha llegado a otros países donde hay comunidades peruanas o hispanas que le profesan su devoción.

Las Madres Nazarenas Carmelitas Descalzas

Las Madres Nazarenas Carmelitas Descalzas son las religiosas que habitan el Monasterio de Las Nazarenas desde su fundación en 1774. Son una rama reformada de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, fundada por Santa Teresa de Jesús en España en el siglo XVI. Su carisma es vivir una vida consagrada a Dios mediante la oración silenciosa, el trabajo manual y la clausura.

Las Madres Nazarenas tienen como misión especial custodiar la imagen original del Señor de los Milagros que se encuentra en el Altar Mayor del Santuario. Ellas son las encargadas de vestirlo con sus ornamentos sagrados, adornar su altar con flores y velas, rezar ante él todos los días y acompañarlo durante su procesión anual. También atienden a los fieles que acuden al Santuario a pedir o agradecer sus favores.

Las Madres Nazarenas viven en comunidad bajo una estricta regla que les impone renunciar a todo lo superfluo y abrazar la pobreza, la castidad y la obediencia. Su día se divide entre las horas dedicadas a la liturgia, a la meditación personal, al estudio bíblico o espiritual, al trabajo doméstico o artesanal y al recreo fraterno. Su única comunicación con el exterior es a través del torno o ventanilla giratoria donde reciben las limosnas o las visitas autorizadas.

Las Madres Nazarenas son un ejemplo de entrega total a Dios y al prójimo. Su testimonio silencioso pero fecundo ha contribuido al desarrollo espiritual del Perú y ha irradiado su amor al Señor de los Milagros por todo el mundo.

La devoción al Cristo Moreno

La devoción al Cristo Moreno es una expresión genuina de la religiosidad popular peruana que nace en el seno de la población afrodescendiente que vivía en condiciones de marginación y opresión durante la época colonial. Ellos encontraron en la imagen del Señor de los Milagros una identificación con su propia condición humana y una esperanza en su liberación definitiva.

La devoción al Cristo Moreno se extendió rápidamente entre todos los sectores sociales del Perú gracias al testimonio vivo de sus milagros y favores. Así se formaron diversas hermandades o cofradías que se encargaron de organizar su culto público y privado. Entre ellas destacan: La Hermandad del Señor de los Milagros (la más antigua), La Hermandad del Santo Rosario (la más numerosa), La Hermandad del Sagrado Corazón (la más joven) y La Hermandad Nacional (la más representativa).

La devoción al Cristo Moreno se manifiesta especialmente durante el mes morado (octubre), cuando se celebra su fiesta principal con diversas actividades religiosas y culturales. La más importante es su procesión anual por las calles de Lima que dura cinco días consecutivos (del 18 al 28) e involucra a miles de personas cada año.

La arquitectura del Santuario y Monasterio de Las Nazarenas

El Santuario y Monasterio de Las Nazarenas se encuentra en el centro histórico de Lima, en el distrito de Cercado. Su construcción se inició en 1684, bajo la dirección del arquitecto portugués Manuel de Escobar, y se terminó en 1771. El estilo predominante es el barroco colonial, con influencias andaluzas y mudéjares. La fachada principal tiene tres cuerpos, con columnas salomónicas y nichos con esculturas de santos. El cuerpo central está coronado por un frontón triangular con el escudo de la orden nazarena. El acceso se hace por una portada lateral, que tiene un arco de medio punto con una hornacina que alberga la imagen del Señor de los Milagros.

El interior del santuario tiene una sola nave, con bóveda de cañón y lunetos. El retablo mayor es de madera tallada y dorada, con columnas salomónicas y estípites. En el centro se encuentra el camarín del Señor de los Milagros, donde se guarda la imagen original pintada sobre una pared de adobe. El retablo está flanqueado por dos capillas laterales dedicadas a la Virgen Dolorosa y a San Juan Evangelista. El coro alto tiene un órgano tubular del siglo XVIII, que es uno de los más antiguos del país.

El monasterio está adosado al santuario por el lado izquierdo. Es un edificio de dos plantas, con un claustro central rodeado de arcos y columnas. En el primer piso se encuentran las celdas de las monjas nazarenas, que son unas 40 en la actualidad. En el segundo piso se halla el museo del Señor de los Milagros, donde se exhiben objetos relacionados con la historia y la devoción a esta imagen. Entre ellos se destacan las andas procesionales, los mantos bordados, las joyas donadas por los fieles y los retratos de los personajes ilustres que han visitado el santuario.

El terremoto de 1655 y el origen de la devoción

El origen del Santuario y Monasterio de Las Nazarenas se remonta al año 1651, cuando un esclavo angoleño pintó en una pared de adobe la imagen de Cristo crucificado con una corona de espinas y un paño morado. La pared pertenecía a una cofradía de negros libres llamada Pachacamilla, que se reunía para rezar y cantar en una ermita construida sobre unos terrenos donados por un español. La imagen pronto despertó la admiración y la fe de los vecinos del lugar, que empezaron a llamarla el Señor de los Milagros.

En 1655, un fuerte terremoto sacudió Lima y causó grandes daños en la ciudad. Sin embargo, la pared con la imagen quedó intacta, lo que fue considerado como un milagro. A partir de entonces, la devoción al Señor de los Milagros se extendió por toda Lima y por otras ciudades del Perú. En 1671, el virrey Conde de Lemos ordenó construir una capilla para albergar la imagen y fundar un convento para las monjas nazarenas, que se encargarían de su custodia y veneración.

Desde entonces, cada año se realiza una multitudinaria procesión del Señor de los Milagros por las calles de Lima durante el mes de octubre. Miles de fieles visten hábitos morados y acompañan a la imagen en su recorrido por los principales templos e instituciones de la ciudad. La procesión es considerada como una manifestación de fe, unidad y esperanza para el pueblo peruano.

El Santuario y Monasterio de Las Nazarenas es un lugar que merece ser visitado por su valor histórico, artístico y religioso. Es un testimonio vivo de la cultura peruana y del amor al Señor de los Milagros.