Tener hijos es una gran bendición, esto es lo que dice la Biblia, en donde se menciona que son herencia del Señor (Salmo 127:3), y es en ellos que se utiliza una palabra que estudiaremos a continuación: primogénito.

¿Qué significa primogénito y en qué parte de la Biblia la encontramos?

La palabra primogénito tiene diversos significados, los principales de ellos son “el primero en nacer”, el mayor”; o bien, el primer hijo. Su etimología proviene de la palabra latina primogenitus. Cuando encontramos esta palabra en la Biblia, por lo general, y según el contexto, se habla de un hijo varón que se encuentra en cierta posición de privilegio, sobre todo en relación con sus hermanos.

A lo largo del tiempo, especialmente en la Biblia, el primogénito siempre ha desempeñado un papel muy importante dentro de los roles familiares. Sobre todo, en las tradiciones antiguas, era el primer descendiente de los padres; es decir, el primogénito, quien recibía la mayor o la mejor herencia; y por sí mismo, constituía una señal de la bendición de Dios.

En la Biblia, la palabra primogénito se utiliza varias veces y en muchas situaciones y tiempos diferentes.

Uno de los ejemplos más claros es que se utiliza para describir tanto al primer hijo de una familia, como al primogénito de una nación, alguien que ha recibido el honor de ser “primogénito”, y en unas pocas ocasione se refiere a la cría de diversos animales, aunque aquí podría contar con otro significado.

Las palabras presentes en los textos bíblicos originales y que han sido traducidas al latín como primogénito, provienen ya sea de la lengua griega, o bien, de la lengua hebrea.

Por su parte, en la cultura judía, el primer hijo varón heredaba el derecho denominado primogenitura. Este derecho le otorgaba privilegios especiales. En principio, contaba con la bendición de la familia, lo que a su vez se podía reflejar en una mayor relevancia espiritual y social.

¿Qué beneficios tiene el hijo primogénito en la Biblia?

En la Biblia los hijos primogénitos cuentan con diversos privilegios, entre los principales que encontramos son: contar con una posición destacada entre sus otros hermanos y recibir la bendición principal de su padre.

Como mencionamos brevemente antes, eran los hijos primogénitos quienes tenían un beneficio especial en relación con la herencia de sus padres. Tradicionalmente, recibían la doble porción de herencia. En tanto que se la pareja tenía dos hijos, la herencia era dividida en tres partes y dos de ellas se entregaban al hijo mayor.

Sin embargo, en la Biblia podemos encontrar varios hijos que, aunque no eran primogénitos de nacimiento, recibieron la bendición de ser tratados como uno, ejemplos de esto son: Judá, Jacob, Efraín, entre muchos otros.

El Antiguo Testamento y la palabra primogénito

En el Antiguo Testamento, la palabra primogénito se utiliza en bastantes ocasiones. En la mayoría de ellos aparece específicamente con el término “bekor”, el cual proviene del hebreo, pero que cuenta con el mismo significado.

Sin embargo, algo que debemos de dejar en claro es que en la Biblia hay una diferencia entre primogénito por herencia y primogénito por remisión. A continuación, te hablamos de la diferencia entre ambos términos:

Primogénito por herencia

De acuerdo con la Biblia, el primogénito por herencia es el primogénito del padre de cualquiera de sus esposas. Recordemos que en diversas partes del Antiguo Testamento encontramos casos de poligamia.

Primogénito por remisión

El primogénito por remisión es el primogénito de la madre, y se aplica tanto al ser humano como a las especies animales.

En caso de que el primogénito fuera el primogénito de la madre, aunque no del padre, debía ser redimido a la edad de un mes por el padre.

El padre redimiría a ese hijo con un valor equivalente a cinco ciclos. Este valor debía ser entregado al sacerdote ya sea mediante dinero u objetos. Si el padre no realizaba este procedimiento, cuando el hijo crecía, tenía que redimirse. En algunos textos, este término se aplica a Jesús; pues recordemos que es hijo carnal de la madre, y no del padre.

En estos casos, la palabra primogénito no se encuentra relacionada con la idea de nacimiento o con un orden cronológico del tiempo. Más bien, podemos decir que se aplica en el sentido de “posición”.